28 sept 2007

Los manifiestos de Jesús Jara y Alfredo Mantovani...no tienen desperdicio

¡¡Qué estupendo libro, cuántas ideas, propuestas, filosofía de vida, otro modo de ver el teatro!! Para muestra un botón: aquí van los "Manifiestos Excéntricos" que prologan cada capítulo de este juguete de Jara y Mantovani.

MANIFIESTO EXCÉNTRICO 001

En sociedades interesadas, el juego es la actividad más desinteresada.

El fin del juego es el juego en sí mismo. El juego es espontáneo, impulso innato

que no requiere ni especialización ni aprendizaje previo. Es improvisado.

En sociedades donde cada vez se cercena más la libertad de los individuos, el juego es la actividad más libre de que pueden disponer los ciudadanos.

El juego está separado, ya que se localiza en un tiempo y un espacio establecidos de antemano. El juego es incierto. Al ser una actividad creativa, su resultado final fluctúa, lo que crea una agradable incertidumbre que cautiva a los jugadores.

En sociedades donde todo cuesta dinero y se busca siempre el producto final, el juego es gratuito e improductivo.

El juego es ficticio. Es un mundo aparte, es como un cuento, alejado de la vida corriente. Es un continuo mensaje simbólico. Paradójicamente, es el medio ideal para conectar el mundo interior con el exterior (la sociedad y el medio ambiente)

En sociedades donde todo está politizado, el juego es una forma natural de intercambio de ideas y experiencias.

El juego es placentero. Genera placer de tipo sensorial, físico y de tipo moral o psíquico; y siempre está superando algún obstáculo. Estimula el sentido del humor y es incompatible con la enfermedad, por lo tanto es una característica de la salud.

¡JUEGA, CONSEGUIRÁS TODO LO QUE DESEAS!

MANIFIESTO EXCENTRICO 002

La persistencia es el reflejo del entusiasmo y motivación por nuestro trabajo.

Las compañías de teatro debemos ser persistentes para poder superar las trabas mercantilistas que la cultura domesticada nos impone como creadores.

¡REBELIÓN!

Igual que las personas debemos superar la domesticación del TENER y POSEER que el sistema nos impone como ciudadanos.

¡TRANSGRESIÓN!

¿De qué nos sirve construir una isla particular y conformarnos con treinta o cuarenta actuaciones al año si no gozamos y no nos apasionamos con nuestro trabajo?

Estamos demasiado dominados por los impulsos y necesidades de la subsistencia. Y debemos entender que comer o vivir del teatro no es el único objetivo. También lo debe ser utilizar el teatro como instrumento de cambio y desarrollo, personal o social.

¡COMPROMISO!

Para crear hay que admirar a mis compañeros

Para crear hay que admirarse a sí mismo

Para respetarlos para respetarme

¡COHERENCIA!

MANIFIESTO EXCENTRICO 003

¡ACTORES Y ACTRICES!

¡DIRECTORES Y DIRECTORAS!

¡AUTORES Y AUTORESAS!

¡¡¡¡¡¡¡ENLOQUECED!!!!!!

Atreveos a traspasar los límites de la senda de la lógica. De los caminos trillados y seguros, en los que permanecemos agazapados y protegidos de la tormenta.

¡MOJAROS! ¡PRINGAROS!

Enfangaros hasta las cejas y dejad la ducha para el final. Abramos nuevas vías para escalar la montaña. Descubramos nuevas cumbres en las que trepar hacia abajo y exploremos nuevos océanos en los que sumergirse hacia arriba.

¡¡¡¡¡¡ GIREMOS NUESTROS CUELLOS 360º !!!!!!

¿DE QUÉ NOS SIRVE REPETIR SIN DESCUBRIR?

Los textos y las palabras huelen y saben

Nuestros cuerpos manan y emanan emoción y sal

Olamos y saboreemos los caminos que no tienen huellas

Abramos nuevos cauces a ríos de sudor, flujo y esperma

¡GOCEMOS!

¡DESCUBRIENDO Y CREANDO!

MANIFIESTO EXCENTRICO 004

Sintetizar para explicar mejor. Comprender desde el intelecto requiere com-pre-hensión en el mensaje.

CORTO Y SENCILLO PERO PROFUNDO

Y después, pensar en el cuerpo. Desde donde nos expresamos más allá de las células grises del cerebro.

ACCIÓN, CONFLICTO, REACCIÓN

Nunca más un ladrillo de palabras antiguas y desfasadas, que obedecen las órenes y el capricho del autor masturbándose. Adaptación o morir. O matar al público en un asesinato sin condena.

LUCES... PÚBLICO...¡ACCIÓN!

¡Chist, chist!

Estamos aquí, estamos ahora...para elaborar historias de personajes que buscan el clímax con su público

Subidos en un tren que no se detiene en mil paradas innecesarias

Que no nos duerme con un traqueteo inútil

Que avanza ¡Brrrrrrrrrrrr! Que avanza ¡Brrrrrrrrrrrrrrr! Que avanza ¡Brrrrrrrrrrrrrrr!

CREANDO UNA SINFONÍA DE

MOVIMIENTO Y TEXTO

EN LA QUE EL VIAJERO PRINCIPAL

ES EL ESPECTA - ACTOR

MANIFIESTO EXCENTRICO 005

LA ENSEÑANZA HA MUERTO. ¡VIVA EL ENSEÑAJE!

El enseñaje, ese autobús tozudo en el que se aprende a enseñar y se reaprende a aprender. Ese territorio donde todo vale

Chicas y chicos...

¡HACEDLO! ¡HACEDLO! ¡HACEDLO!

Jugar sin miedo, sin juzgar ni juzgarnos, sed autónomos

Escribamos, rotundos, las leyes del amor y del enseñaje, que son las mismas:

MIRADA, ESCUCHA, COMUNICACIÓN,

PLACER, HUMOR

Y SENTIMIENTO

Amar al maestro para poder aprender.

Ser maestros dignos de ese amor para poder enseñar.

Contra el conformismo

¡RIESGO!

Contra el dolor

¡AMOR!

MANIFIESTO EXCENTRICO 006

El teatro

debe ser una excavadora

que perfora la realidad.

¿En busca de qué?

DE LA VIDA AMPLIADA

DE LA VIDA DIFERENTE

DE LA VIDA MULTIPLICADA

DE LA VIDA MOSTRADA DESDE EL ARTE

DE LA VIDA DIGNA DE VERSE EN UN ESCENARIO

HABLAMOS DE UNA VIDA TEATRALIZADA QUE PROVOQUE

TANTO AL EQUIPO CREADOR COMO AL ESPECTADOR

¡UNA VIDA QUE INCITE Y EXCITE!

UNA VIDA TEATRALIZADA QUE ESPABILE AL ESPECTADOR, QUE LO

DESPIERTE Y LE MUESTRE QUE ALGUIEN COMO ÉL

HACE CATARSIS DE SUS CONFLICTOS,

DEMOSTRÁNDOLE QUE LA

AUTÉNTICA VIDA ES

POSIBLE Y MERECE

VIVIRSE

VIVIRSE

VIVIRSE

VIVIRSE

VIVIRSE

Las compañías de Jesús Jara y Alfredo Mantovani: Els Flaquibutti y Cía. Chiricate

25 sept 2007

Salvador Bartolozzi: el ilustrador ilustrado

Cuanto más busco más me pierdo, aunque también algo encuentro, en este maremagnum que se llama internet.
Bajando artículos de teatro he descubierto a este gran artista: Salvador Bartolozzi. En realidad, fue un re-descubrimiento, porque, sin saberlo, conocía ya muchas de sus ilustraciones, para mi anónimas hasta hoy.
Bartolozzi: 1882-1950. Nació en Madrid. Vivió en París desde 1901 hasta 1906. Desarrolló muchas y diversas actividades: escenógrafo, cartelista, dibujante y escritor para diversas revistas, colaboraciones con Gómez de la Serna, que le llamó «el Toulouse-Lautrec madrileño», hombre de teatro. Fundador y director, desde 1925, del semanario infantil llamado Pinocho. Después de la guerra civil se trasladó de nuevo a París y luego a México, donde falleció. También fue ilustrador de la Editorial Calleja. Colaboró con Lorca, Valle-Inclán, Rivas Cherif, Jacinto Grau. Y era contertulio habitual del café Gijón, en la tertulia del Pombo.
Un hombre en sintonía con los grupos más avanzados de su época.
Íntegramente dedicado al teatro para niños, como ejemplo sus "Aventuras de Pipo y Pipa", Bartolozzi y su esposa, Magda Donato, apostaron por el espectador infantil, decididos a "establecer una relación de abierta y espontánea confabulación con el niño". Emulando a Lorca, Valle y Grau, recuperaron el teatro del guiñol para la escena teatral.
Para saber muchas más cosas y ver ilustraciones, escenografía, figurines y marionetas de Bartolozzi, podéis leer la tesis de Fernando Vela sobre el ilustrador en: http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/35727274545149275754491/013295_1.pdf

24 sept 2007

Cuento de la semana: "El amigo fiel", de Oscar Wilde

Una mañana, la vieja rata de agua sacó la cabeza por su agujero. Tenía unos ojos redondos muy vivarachos y unos tupidos bigotes grises. Su cola parecía un largo elástico negro. Unos patitos nadaban en el estanque semejantes a una bandada de canarios amarillos, y su madre, toda blanca con patas rojas, esforzábase en enseñarles a hundir la cabeza en el agua.
-No podréis ir nunca a la buena sociedad si no aprendéis a meter la cabeza -les decía. Y les enseñaba de nuevo cómo tenían que hacerlo. Pero los patitos no prestaban ninguna atención a sus lecciones. Eran tan jóvenes que no sabían las ventajas que reporta la vida de sociedad. -¡Qué criaturas más desobedientes! -exclamó la rata de agua- ¡Merecían ahogarse verdaderamente! -¡No lo quiera Dios! -replicó la pata-. Todo tiene sus comienzos y nunca es demasiada la paciencia de los padres. -¡Ah! No tengo la menor idea de los sentimientos paternos -dijo la rata de agua- No soy padre de familia. Jamás me he casado, ni he pensado en hacerlo. Indudablemente el amor es una buena cosa a su manera; pero la amistad vale más. Le aseguro que no conozco en el mundo nada más noble o más raro que una fiel amistad. -Y, digame, se lo ruego, ¿qué idea se forma usted de los deberes de un amigo fiel? -preguntó un pardillo verde que había escuchado la conversación posado sobre un sauce retorcido. -Sí, eso es precisamente lo que quisiera yo saber -dijo la pata, y nadando hacia el extremo del estanque, hundió su cabeza en el agua para dar buen ejemplo a sus hijos. -¡Necia pregunta! -gritó la rata de agua-. ¡Como es natural, entiendo por amigo fiel al que me demuestra fidelidad! -¿Y qué hará usted en cambio? -dijo la avecilla columpiándose sobre una ramita plateada y moviendo sus alitas. -No le comprendo a usted -respondió la rata de agua. -Permitidme que les cuente una historia sobre el asunto -dijo el pardillo. -¿Se refiere a mí esa historia? -preguntó la rata de agua- Si es así, la escucharé gustosa, porque a mí me vuelven loca los cuentos. -Puede aplicarse a usted -respondió el pardillo. Y abriendo las alas, se posó en la orilla del estanque y contó la historia del amigo fiel. -Había una vez -empezó el pardillo- un honrado mozo llamado Hans. -¿Era un hombre verdaderamente distinguido? -preguntó la rata de agua. -No -respondió el pardillo-. No creo que fuese nada distinguido, excepto por su buen corazón y por su redonda cara morena y afable. Vivía en una pobre casita de campo y todos los días trabajaba en su jardín. En toda la comarca no había jardín tan hermoso como el suyo. Crecían en él claveles, alelíes, capselas, saxifragas, así como rosas de Damasco y rosas amarillas, azafranadas, lilas y oro y alelíes rojos y blancos. Y según los meses y por su orden florecían agavanzos y cardaminas, mejoranas y albahacas silvestres, velloritas e iris de Alemania, asfodelos y claveros. Una flor sustituía a otra. Por lo cual había siempre cosas bonitas a la vista y olores agradables que respirar. El pequeño Hans tenía muchos amigos, pero el más allegado a él era el gran Hugo, el molinero. Realmente, el rico molinero era tan allegado al pequeño Hans, que no visitaba nunca su jardín sin inclinarse sobre los macizos y coger un gran ramo de flores o un buen puñado de lechugas suculentas o sin llenarse los bolsillos de ciruelas y de cerezas, según la estación. -Los amigos verdaderos lo comparten todo entre sí -acostumbraba decir el molinero. Y el pequeño Hans asentía con la cabeza, sonriente, sintiéndose orgulloso de tener un amigo que pensaba tan noblemente. Algunas veces, sin embargo, el vecindario encontraba raro que el rico molinero no diese nunca nada en cambio al pequeño Hans, aunque tuviera cien sacos de harina almacenados en su molino, seis vacas lecheras y un gran número de ganado lanar; pero Hans no se preocupó nunca por semejante cosa. Nada le encantaba tanto como oír las bellas cosas que el molinero acostumbraba decir sobre la solidaridad de los verdaderos amigos. Así, pues, el pequeño Hans cultivaba su jardín. En primavera, en verano y en otoño, sentíase muy feliz; pero cuando llegaba el invierno y no tenía ni frutos ni flores que llevar al mercado, padecía mucho frío y mucha hambre, acostándose con frecuencia sin haber comido más que unas peras secas y algunas nueces rancias. Además, en invierno, encontrábase muy solo, porque el molinero no iba nunca a verle durante aquella estación. -No está bien que vaya a ver al pequeño Hans mientras duren las nieves -decía muchas veces el molinero a su mujer-. Cuando las personas pasan apuros hay que dejarlas solas y no atormentarlas con visitas. Ésa es por lo menos mi opinión sobre la amistad, y estoy seguro de que es acertada. Por eso esperaré la primavera y entonces iré a verle; podrá darme un gran cesto de velloritas y eso le alegrará. -Eres realmente solícito con los demás -le respondía su mujer, sentada en un cómodo sillón junto a un buen fuego de leña-. Resulta un verdadero placer oírte hablar de la amistad. Estoy segura de que el cura no diría sobre ella tan bellas cosas como tú, aunque viva en una casa de tres pisos y lleve un anillo de oro en el meñique. -¿Y no podríamos invitar al pequeño Hans a venir aquí? -preguntaba el hijo del molinero- Si el pobre Hans pasa apuros, le daré la mitad de mi sopa y le enseñaré mis conejos blancos. -¡Qué bobo eres! -exclamó el molinero-. Verdaderamente, no sé para qué sirve mandarte a la escuela. Parece que no aprendes nada. Si el pequeño Hans viniese aquí, ¡pardiez!, y viera nuestro buen fuego, nuestra excelente cena y nuestra gran barrica de vino tinto, podría sentir envidia. Y la envidia es una cosa terrible que estropea los mejores caracteres. Realmente, no podría yo sufrir que el carácter de Hans se estropeara. Soy su mejor amigo, velaré siempre por él y tendré buen cuidado de no exponerle a ninguna tentación. Además, si Hans viniese aquí, podría pedirme que le diese un poco de harina fiada, lo cual no puedo hacer. La harina es una cosa y la amistad es otra, y no deben confundirse. Esas dos palabras se escriben de un modo diferente y significan cosas muy distintas, como todo el mundo sabe. -¡Qué bien hablas! -dijo la mujer del molinero sirviéndose un gran vaso de cerveza caliente. Me siento verdaderamente como adormecida, lo mismo que en la iglesia. -Muchos obran bien -replicó el molinero-, pero pocos saben hablar bien, lo que prueba que hablar es, con mucho, la cosa más difícil, así como la más hermosa de las dos. Y miró severamente por encima de la mesa a su hijo, que sintió tal vergüenza de sí mismo, que bajó la cabeza, se puso casi escarlata y empezó a llorar encima de su té. ¡Era tan joven, que bien pueden ustedes dispensarle! -¿Ése es el final de la historia? -preguntó la rata de agua. -Nada de eso -contestó el pardillo-. Ése es el comienzo. -Entonces está usted muy atrasado con relación a su tiempo -repuso la rata de agua- Hoy día todo buen cuentista empieza por el final, prosigue por el comienzo y termina por la mitad. Es el nuevo método. Lo he oído así de labios de un crítico que se paseaba alrededor del estanque con un joven. Trataba el asunto magistralmente y estoy segura de que tenía razón, porque llevaba unas gafas azules y era calvo; y cuando el joven le hacía alguna observación contestaba siempre: «¡Psé!» Pero continúe usted su historia, se lo ruego. Me agrada mucho el molinero. Yo también encierro toda clase de bellos sentimientos: por eso hay una gran simpatía entre él y yo. -¡Bien! -dijo el pardillo brincando sobre sus dos patitas-. No bien pasó el invierno, en cuanto las velloritas empezaron a abrir sus estrellas amarillas pálidas, el molinero dijo a su mujer que iba a salir y visitar al pequeño Hans. -¡Ah, qué buen corazón tienes! -le gritó su mujer-. Piensas siempre en los demás. No te olvides de llevar el cesto grande para traer las flores. Entonces el molinero ató unas con otras las aspas del molino con una fuerte cadena de hierro y bajó la colina con la cesta al brazo. -Buenos días, pequeño Hans -dijo el molinero. -Buenos días -contestó Hans, apoyándose en su azadón y sonriendo con toda su boca. -¿Cómo has pasado el invierno? -preguntó el molinero. -¡Bien, bien! -repuso Hans- Muchas gracias por tu interés. He pasado mis malos ratos, pero ahora ha vuelto la primavera y me siento casi feliz... Además, mis flores van muy bien. -Hemos hablado de ti con mucha frecuencia este invierno, Hans -prosiguió el molinero-, preguntándonos qué sería de ti. -¡Qué amable eres! -dijo Hans-. Temí que me hubieras olvidado. -Hans, me sorprende oírte hablar de ese modo -dijo el molinero-. La amistad no olvida nunca. Eso es lo que tiene de admirable, aunque me temo que no comprendas la poesía de la amistad... Y entre paréntesis, ¡qué bellas están tus velloritas! -Sí, verdaderamente están muy bellas -dijo Hans-, y es para mí una gran suerte tener tantas. Voy a llevarlas al mercado, donde las venderé a la hija del burgomaestre y con ese dinero compraré otra vez mi carretilla. -¿Qué comprarás otra vez tu carretilla? ¿Quieres decir entonces que la has vendido? Es un acto bien necio. -Con toda seguridad, pero el hecho es -replicó Hans- que me vi obligado a ello. Como sabes, el invierno es una estación mala para mí y no tenía ningún dinero para comprar pan. Así es que vendí primero los botones de plata de mi traje de los domingos; luego vendí mi cadena de plata y después mi flauta. Por último vendí mi carretilla. Pero ahora voy a rescatarlo todo. -Hans -dijo el molinero-, te daré mi carretilla. No está en muy buen estado. Uno de los lados se ha roto y están algo torcidos los radios de la rueda, pero a pesar de esto te la daré. Sé que es muy generoso por mi parte y a mucha gente le parecerá una locura que me desprenda de ella, pero yo no soy como el resto del mundo. Creo que la generosidad es la esencia de la amistad, y además, me he comprado una carretilla nueva. Sí, puedes estar tranquilo... Te daré mi carretilla. -Gracias, eres muy generoso -dijo el pequeño Hans. Y su afable cara redonda resplandeció de placer-. Puedo arreglarla fácilmente porque tengo una tabla en mi casa. -¡Una tabla! -exclamó el molinero-. ¡Muy bien! Eso es precisamente lo que necesito para la techumbre de mi granero. Hay una gran brecha y se me mojará todo el trigo si no la tapo. ¡Qué oportuno has estado! Realmente es de notar que una buena acción engendra otra siempre. Te he dado mi carretilla y ahora tú vas a darme tu tabla. Claro es que la carretilla vale mucho más que la tabla, pero la amistad sincera no repara nunca en esas cosas. Dame en seguida la tabla y hoy mismo me pondré a la obra para arreglar mi granero. -¡Ya lo creo! -replicó el pequeño Hans. Fue corriendo a su vivienda y sacó la tabla. -No es una tabla muy grande -dijo el molinero examinándola- y me temo que una vez hecho el arreglo de la techumbre del granero no quedará madera suficiente para el arreglo de la carretilla, pero claro es que no tengo la culpa de eso... Y ahora, en vista de que te he dado mi carretilla, estoy seguro de que accederás a darme en cambio unas flores... Aquí tienes el cesto; procura llenarlo casi por completo. -¿Casi por completo? -dijo el pequeño Hans, bastante afligido porque el cesto era de grandes dimensiones y comprendía que si lo llenaba, no tendría ya flores para llevar al mercado y estaba deseando rescatar sus botones de plata. -A fe mía -respondió el molinero-, una vez que te doy mi carretilla no creí que fuese mucho pedirte unas cuantas flores. Podré estar equivocado, pero yo me figuré que la amistad, la verdadera amistad, estaba exenta de toda clase de egoísmo. -Mi querido amigo, mi mejor amigo -protestó el pequeño Hans-, todas las flores de mi jardín están a tu disposición, porque me importa mucho más tu estimación que mis botones de plata. Y corrió a coger las lindas velloritas y a llenar el cesto del molinero. -¡Adiós, pequeño Hans! -dijo el molinero subiendo de nuevo la colina con su tabla al hombro y su gran cesto al brazo. -¡Adiós! -dijo el pequeño Hans. Y se puso a cavar alegremente: ¡estaba tan contento de tener una carretilla! A la mañana siguiente, cuando estaba sujetando unas madreselvas sobre su puerta, oyó la voz del molinero que le llamaba desde el camino. Entonces saltó de su escalera y corriendo al final del jardín miró por encima del muro. Era el molinero con un gran saco de harina a su espalda. -Pequeño Hans -dijo el molinero-, ¿querrías llevarme este saco de harina al mercado? -¡Oh, lo siento mucho! -dijo Hans-; pero verdaderamente me encuentro hoy ocupadísimo. Tengo que sujetar todas mis enredaderas, que regar todas mis flores y que segar todo el césped. -¡Pardiez! -replicó el molinero-; creí que en consideración a que te he dado mi carretilla no te negarías a complacerme. -¡Oh, si no me niego! -protestó el pequeño Hans-. Por nada del mundo dejaría yo de obrar como amigo tratándose de ti. Y fue a coger su gorra y partió con el gran saco sobre el hombro. Era un día muy caluroso y la carretera estaba terriblemente polvorienta. Antes de que Hans llegara al mojón que marcaba la sexta milla, hallábase tan fatigado que tuvo que sentarse a descansar. Sin embargo, no tardó mucho en continuar animosamente su camino, llegando por fin al mercado. Después de esperar un rato, vendió el saco de harina a un buen precio y regresó a su casa de un tirón, porque temía encontrarse a algún salteador en el camino si se retrasaba mucho. -¡Qué día más duro! -se dijo Hans al meterse en la cama- Pero me alegra mucho no haberme negado, porque el molinero es mi mejor amigo y, además, va a darme su carretilla. A la mañana siguiente, muy temprano, el molinero llegó por el dinero de su saco de harina, pero el pequeño Hans estaba tan rendido, que no se había levantado aún de la cama. -¡Palabra! -exclamó el molinero-. Eres muy perezoso. Cuando pienso que acabo de darte mi carretilla, creo que podrías trabajar con más ardor. La pereza es un gran vicio y no quisiera yo que ninguno de mis amigos fuera perezoso o apático. No creas que te hablo sin miramientos. Claro es que no te hablaría así si no fuese amigo tuyo. Pero, ¿de qué serviría la amistad sino pudiera uno decir claramente lo que piensa? Todo el mundo puede decir cosas amables y esforzarse en ser agradable y en halagar, pero un amigo sincero dice cosas molestas y no teme causar pesadumbre. Por el contrario, si es un amigo verdadero, lo prefiere, porque sabe que así hace bien. -Lo siento mucho -respondió el pequeño Hans, restregándose los ojos y quitándose el gorro de dormir-. Pero estaba tan rendido, que creía haberme acostado hace poco y escuchaba cantar a los pájaros. ¿No sabes que trabajo siempre mejor cuando he oído cantar a los pájaros? -¡Bueno, tanto mejor! -replicó el molinero dándole una palmada en el hombro-; porque necesito que arregles la techumbre de mi granero. El pequeño Hans tenía gran necesidad de ir a trabajar a su jardín porque hacía dos días que no regaba sus flores, pero no quiso decir que no al molinero, que era un buen amigo para él. -¿Crees que no sería amistoso decirte que tengo que hacer? -preguntó con voz humilde y tímida. -No creí nunca, a fe mía -contestó el molinero-, que fuese mucho pedirte, teniendo en cuenta que acabo de regalarte mi carretilla, pero claro es que lo haré yo mismo si te niegas. -¡Oh, de ningún modo! -exclamó el pequeño Hans, saltando de su cama. Se vistió y fue al granero. Trabajó allí durante todo el día hasta el anochecer, y al ponerse el sol, vino el molinero a ver hasta dónde había llegado. -¿Has tapado el boquete del techo, pequeño Hans? -gritó el molinero con tono alegre. -Está casi terminado -respondió Hans, bajando de la, escalera. -¡Ah! -dijo el molinero- No hay trabajo tan delicioso como el que se hace por otro. -¡Es un encanto oírte hablar! -respondió el pequeño Hans, que descansaba secándose la frente- Es un encanto, pero temo no tener yo nunca ideas tan hermosas como tú. -¡Oh, ya las tendrás! -dijo el molinero-; pero habrás de tomarte más trabajo. Por ahora no posees más que la práctica de la amistad. Algún día poseerás también la teoría. -¿Crees eso de verdad? -preguntó el pequeño Hans. -Indudablemente -contestó el molinero-. Pero ahora que has arreglado el techo, mejor harás en volverte a tu casa a descansar, pues mañana necesito que lleves mis carneros a la montaña. El pobre Hans no se atrevió a protestar, y al día siguiente, al amanecer, el molinero condujo sus carneros hasta cerca de su casita y Hans se marchó con ellos a la montaña. Entre ir y volver se le fue el día, y cuando regresó estaba tan cansado, que se durmió en su silla y no se despertó hasta entrada la mañana. -¡Qué tiempo más delicioso tendrá mi jardín! -se dijo, e iba a ponerse a trabajar; pero por un motivo u otro no tuvo tiempo de echar un vistazo a sus flores; llegaba su amigo el molinero y le mandaba muy lejos a recados o le pedía que fuese a ayudar en el molino. Algunas veces el pequeño Hans se apuraba grandemente al pensar que sus flores creerían que las había olvidado; pero se consolaba pensando que el molinero era su mejor amigo. -Además -acostumbraba a decirse- va a darme su carretilla, lo cual es un acto de puro desprendimiento. Y el pequeño Hans trabajaba para el molinero, y éste decía muchas cosas bellas sobre la amistad, cosas que Hans copiaba en su libro verde y que releía por la noche, pues era culto. Ahora bien; sucedió que una noche, estando el pequeño Hans sentado junto al fuego, dieron un aldabonazo en la puerta. La noche era negrísima. El viento soplaba y rugía en torno de la casa de un modo tan terrible, que Hans pensó al principio si sería el huracán el que sacudía la puerta. Pero sonó un segundo golpe y después un tercero más violento que los otros. -Será de algún pobre viajero -se dijo el pequeño Hans y corrió a la puerta. El molinero estaba en el umbral con una linterna en una mano y un grueso garrote en la otra. -Querido Hans -gritó el molinero-, me aflige un gran pesar, mi chico se ha caído de una escalera, hiriéndose. Voy a buscar al médico. Pero vive lejos de aquí y la noche es tan mala, que he pensado que fueses tú en mi lugar. Ya sabes que te doy mi carretilla. Por eso estaría muy bien que hicieses algo por mí en cambio. -Seguramente -exclamó el pequeño Hans-; me alegra mucho que se te haya ocurrido venir. Iré en seguida. Pero debías dejarme tu linterna, porque la noche es tan oscura, que temo caer en alguna zanja. -Lo siento muchísimo -respondió el molinero-,pero es mi linterna nueva y sería una gran pérdida que le ocurriese algo. -¡Bueno, no hablemos más! Me pasaré sin ella -dijo el pequeño Hans. Se puso su gran capa de pieles, su gorro encarnado de gran abrigo, se enrolló su tapabocas alrededor del cuello y partió. ¡Qué terrible tempestad se desencadenaba! La noche era tan negra, que el pequeño Hans no veía apenas, y el viento tan fuerte, que le costaba gran trabajo andar. Sin embargo, él era muy animoso, y después de caminar cerca de tres horas, llegó a casa del médico y llamó a su puerta. -¿Quién es? -gritó el doctor, asomando la cabeza a la ventana de su habitación. -¡El pequeño Hans, doctor! -¿Y qué deseas, pequeño Hans? -El hijo del molinero se ha caído de una escalera y se ha herido y es necesario que vaya usted en seguida. -¡Muy bien! -replicó el doctor. Enjaezó en el acto su caballo, se calzó sus grandes botas, y, cogiendo su linterna, bajó la escalera. Se dirigió a casa del molinero, llevando al pequeño Hans a pie, detrás de él. Pero la tormenta arreció. Llovía a torrentes y el pequeño Hans no podía ni ver por dónde iba, ni seguir al caballo. Finalmente, perdió su camino, estuvo vagando por el páramo, que era un paraje peligroso lleno de hoyos profundos, cayó en tino de ellos el pobre Hans y se ahogó. A la mañana siguiente, unos pastores encontraron su cuerpo flotando en una gran charca y le llevaron a su casita. Todo el mundo asistió al entierro del pequeño Hans porque era muy querido. Y el molinero figuró a la cabeza del duelo. -Era yo su mejor amigo -decía el molinero-; justo es que ocupe el sitio de honor. Así es que fue a la cabeza del cortejo con una larga capa negra; de cuando en cuando se enjugaba los ojos con un gran pañuelo de hierbas. -El pequeño Hans representa ciertamente una gran pérdida para todos nosotros -dijo el hojalatero una vez terminados los funerales y cuando el acompañamiento estuvo cómodamente instalado en la posada, bebiendo vino dulce y comiendo buenos pasteles. -Es una gran pérdida, sobre todo para mí -contestó el molinero-. A fe mía que fui lo bastante bueno para comprometerme a darle mi carretilla y ahora no se qué hacer de ella. Me estorba en casa, y está en tal mal estado, que si la vendiera no sacaría nada. Os aseguro que de aquí en adelante no daré nada a nadie. Se pagan siempre las consecuencias de haber sido generoso. -Y es verdad -replicó la rata de agua después de una larga pausa. -¡Bueno! Pues nada más -dijo el pardillo. -¿Y qué fue del molinero? -dijo la rata de agua. -¡Oh! No lo sé a punto fijo -contesto el pardillo y verdaderamente me da igual. -Es evidente que su carácter de usted no es nada simpático -dijo la rata de agua. -Temo que no haya usted comprendido la moraleja de la historia -replicó el pardillo. -¿La qué? -gritó la rata de agua. -La moraleja. -¿Quiere eso decir que la historia tiene una moraleja? -¡Claro que sí! -afirmó el pardillo. -¡Caramba! -dijo la rata con tono iracundo- Podía usted habérmelo dicho antes de empezar. De ser así no le hubiera escuchado, con toda seguridad. Le hubiese dicho indudablemente: «¡Psé!», como el crítico. Pero aun estoy a tiempo de hacerlo. Gritó su «¡Psé!» a toda voz, y dando un coletazo, se volvió a su agujero. -¿Qué le parece a usted la rata de agua? -preguntó la pata, que llegó chapoteando algunos minutos después- Tiene muchas buenas cualidades, pero yo, por mi parte, tengo sentimientos de madre y no puedo ver a un solterón empedernido sin que se me salten las lágrimas. -Temo haberle molestado -respondió el pardillo-. El hecho es que le he contado una historia que tiene su moraleja. - ¡Ah, eso es siempre una cosa peligrosísima! -dijo la pata. -Y yo comparto su opinión en absoluto.

Marcel Marceau: el poeta del gesto

El gran Marcel se ha ido. Ha dejado este espeso y plúmbeo mundo para marcharse hacia otro más liviano donde su gesto, ingrávido, hará reír y llorar a las estrellas...
-¡ADIÓS!-, dice Marcel al mundo.
-¡HOLA!-, dice Bip a las estrellas...
Visita a Marcel en una entrevista hecha por la revista LUKE en el 2003 al mimo en: www.espacioluke.com/2003/Marzo2003/inesentrev.html

20 sept 2007

125 años de teatro gallego

Este año se cumplen 125 años de teatro gallego, en conmemoración de la publicación en 1882 de la obra "A fonte do xuramento", de Francisco Mª de la Iglesia, estrenada el 13 de agosto del mismo año en el Liceo Brigantino de A Coruña. La Asociación Cultural ferrolana Amigos del Jofre ha organizado una tertulia en el ambigú del teatro del mismo nombre en la que han ejercido como contertulios Ernesto Chao, Santi Prego, Inma López, Eduardo Alonso y Luma Gómez. Nos han hablado de los comienzos del teatro gallego tal y como hoy lo entendemos, que no fue hace 125 años sino hace bastantes menos, en concreto en 1973, con la creación en Ribadavia de la Asociación Cultural Abrente, visitad: http://gl.wikipedia.org./wiki/Grupo_Abrente . Abrente:promotora de la hoy denominada MIT (Mostra de Teatro Internacional, visitad: http://gl.wikipedia.org/wiki/Mostras_de_Teatro_Abrente_de_Ribadavia )impulsora del grupo de escritores dramáticos "Grupo Abrente", en el que descollaron y se consolidaron Manuel Lourenzo, Euloxio R. Ruibal y Vidal Bolaño, entre otros, visitad: http://gl.wikipedia.org/wiki/Novo_Teatro_Galego , http://gl.wikipedia.org/wiki/Nova_Dramaturxia_Galega Ernesto Chao recordó con cariño a los seis grupos que hicieron posible la I Mostra de Ribadavia: Grupo de la Extensión Agraria de San Miguel de Reinante, Grupo de Cámara Ditea, Grupo Tespis, Grupo Rosalía de Castro, Teatro Circo y Grupo O Facho. El teatro gallego estaba germinando. En el 84 se crea el Centro Dramático Galego, como capitán Eduardo Alonso. Los recuerdos brotan y surgen las risas de los comienzos de Eduardo como actor en el Teatro Estudio de Ferrol, dirigido por Alfredo Oset. Si, el Teatro Estudio del que tanto me hablaba mi madre...A Eduardo Alonso le gustaba más eso de transformar la materia que ser la materia misma, así que estuvo al frente del Centro Dramático Galego (creado en 1984)unos 20 meses.El teatro gallego empezaba a crecer. Surgen las compañías profesionales. Santi Prego y Eduardo Alonso recuerdan el estado en el que se hallaban los teatros por aquel entonces, sin apenas recursos técnicos, las varas sobre el escenario sujetas con cuerdas que se rompían...Más tarde se crea el IGAEM, la Feria de Teatro, las Mostras de Cee, Ribadavia, el reciente Festiclown y la recientísima Escuela de Arte Dramático en Vigo, etc...Hasta hoy. Para aquellos primeros agricultores de la tierra escénica gallega, para los que están sembrando hoy, y los que sembrarán mañana, aquí van unas semillas lanzadas al viento por Federico García Lorca: "Arte por encima de todo. Arte nobilísimo. y vosotros, queridos actores, artistas por encima de todo. Artistas de pies a cabeza, puesto que por amor y vocación habéis subido al mundo fingido y doloroso de las tablas. Artistas por ocupación y preocupación. Desde el teatro más modesto al más encumbrado se debe escribir la palabra "Arte" en salas y camerinos, porque si no vamos a tener que poner la palabra "Comercio" o alguna otra que no me atrevo a decir. Y jerarquía, disciplina y sacrificio y amor". ¡¡¡¡¡FELICES 125!!!! (Helga Méndez) (Para leer "A fonte do xuramento y ver imágenes de la edición de 1882: http://bvg.udc.es/ficha_obra.jsp?id=Afodoxu+3)

18 sept 2007

Comienzos...

Hoy estoy algo nostálgica, y quiero recordar a todos aquellos que me enseñaron teatro con amor, y darles las gracias:
A Eva Campo, mi profesora de literatura en el instituto, que me hizo el mejor regalo del mundo: mi vocación.
A Roberto Leal por su humor corrosivo.
A Andrés Pazos por su empatía y reposo.
A Fusa Guillén por meterme el gusanillo de la técnica, y por su amistad inquebrantable a lo largo de todos estos años.
A Sarabela Teatro por su frescura.
A Marcelo González por su saber transmitir y su ímpetu.
A Benito Cañada por su dulzura, camaradería y amor al teatro. A Manuel Lourenzo por su experiencia e ironía.
A Santiago Fernández por su pedagógica locuacidad.
A Virginia Imaz por su sencillez y gracia.
A Lino Braxe por su energía.
A Esteban Losada por su paciencia.
A todos ellos, y a los que vendrán...les entrego un enérgico aplauso ¡¡¡¡¡¡PLASSSSSSSSS!!!!!!

Michael Ende: "Jojo. Historia de un saltimbanqui"

Descubrí "Jojo.Historia de un saltimbanqui", una mañana de sábado en un mercadillo ferrolano: a veces merece la pena bucear entre diccionarios de inglés, manuales de informática y novelitas de western de bolsillo...
"Jojo"es una fábula teatral que nos habla de una de las consecuencias más inmediatas y aplastantes del progreso sobre el hombre: la deshumanización... y la soledad de aquellos que no se adaptan. Una compañía de circo en decadencia, que se acompaña de sus cuatro bártulos en un solar vacío, aguardan la próxima ocupación del terreno: una empresa va a construír una fábrica y a echarlos de allí. La empresa les plantea trabajar haciendo publicidad de su producto, y como no tienen donde caerse muertos, ¡oh, dilema!... ¿Aceptarán o no? Mientras, a través de la historia del País del Mañana, que el payaso Jojo empieza a contar a la niña Eli, para huir, quizá, de la realidad que les aguarda, Ende nos arrastra a un mundo onírico y oscuro en donde la araña Angramaín entretejerá unas redes que nos envolverán a todos. Os lo recomiendo: para leer e interpretar.

17 sept 2007

Los niños jugaremos en los teatros

“Un día los niños jugaremos en vuestros teatros. Les quitaremos los viejos ropajes que ahora duermen entre las tablas, y los vestiremos con nuestros colores: los colores de los sueños que soñamos los niños. Vestiremos las palabras deslenguadas,los cuerpos desabrigados,los corazones destemplados,la imaginación desimaginada.
Un día los niños jugaremos en vuestros teatros.
Abriremos puertas y ventanas cada mañana para oler cada pensamiento y saborear cada palabra,para escuchar la música de cada risa y cada llanto,para tocar las nubes durante un instante o un día entero, ¿ qué más da?...Para poder ver lo que no se ve cuando las puertas y las ventanas están cerradas al aire alegre. Un día, muy pronto, los niños jugaremos en vuestros teatros…”

(Helga Méndez, texto escrito para el grupo de teatro juvenil Farfanía Teatro en la celebración Día Mundial del Teatro Infantil y Juvenil 2006)

16 sept 2007

Cuento de la semana: "El jorobado", de Ana Mª Matute

"El niño del guignol estaba siempre muy triste. Su padre tenía muchas voces, muchos porrazos, muchos gritos distintos, pero el niño estaba triste, con su joroba a cuestas, porque su padre lo escondía dentro de la lona y le traía juguetes y comida cara, en lugar de ponerle una capa roja con cascabeles encima de la corcova, y sacarlo a la boca del teatrito, con una estaca, para que dijera: "¡Toma Cristobica, toma, toma!", y que todos riesen mucho viéndole."
("Los niños tontos", Ana Mª Matute)
El Aula Municipal de LLeida, una entidad en plena efervescencia
Teatre Municipal de l'Escorxador El gran número de alumnos que acoge el centro incrementa el nivel de interés por las actividades. La compañía La Inestable pasea el nombre de Lleida por numerosos certámenes nacionales e internacionales El Aula Municipal de Teatre de Lleida se encuentra en plena efervescencia. El 1 de octubre de 2005 se inició un nuevo curso escolar que ya en diciembre –tres meses después– comenzó a ver sus frutos sobre el escenario. La actividad que lleva a cabo este centro que dirige la actriz Mercè Ballespí está siendo reconocida no sólo en Lleida, sino que ya trasciende fronteras como modelo a seguir por otras ciudades. Uno de los aspectos que convierten en única la labor que se realiza desde Lleida tiene nombre propio: el ciclo de teatro familiar Cavall Fort que, organizado por la delegación de Òmnium Cultural, cuenta con la participación de los grupos escénicos más benjamines del Aula en esta propuesta única en Cataluña y que este año ha llegado a su 33ª edición. “Es un placer repetir la colaboración anual con Òmnium Cultural ya que se trata de una iniciativa que llega tanto a los pequeños como a sus progenitores o tutores”, señala satisfecha Ballespí. La última entrega se despidió el 18 de diciembre con el espectáculo ‘Por’. Coincidiendo con ese último mes del año, también llegan los talleres de teatro joven con representaciones abiertas al público que despiertan el interés general. En este curso se han puesto en escena piezas como ‘Ulisses Odisseu’, ‘Les Traquínies’ y ‘Antígona’. Una de las características más interesantes para sus ejecutantes es poder desarrollar las piezas en un escenario de verdad como es el del Teatre Municipal de l’Escorxador. Otro de los reclamos de cara al exterior se fija en los cursos de arte dramático, entre los que destaca el de producción y gestión de las artes escénicas, coordinado por la también actriz y directora del Escorxador, Margarida Troguet, que se desarrolla del 13 de febrero al 20 de marzo de 2006 con la presencia, entre otros, de Llorenç Corbella, director de la Fira de Teatre al Carrer de Tàrrega. También es destacable el curso intensivo de teatro musical que coordina el músico, pedagogo y compositor Antoni Tolmos, del 3 al 7 de abril, con la presencia de especialistas en el género y al que es preciso superar pruebas de nivel para poder asistir, según subraya la directora del centro. Tolmos es también autor de varios discos con piezas propias interpretadas al piano.
Ahora bien, cuando el Aula Municipal de Teatre se convierte en auténtico embajador de Lleida, a nivel nacional e internacional, es con la compañía La Inestable 21, que ha sido seleccionada para representar a España en el Primer Encuentro Internacional de Teatro Juvenil de Chile. La Inestable 21, como su nombre indica, es una compañía compuesta por personas menores de 21 años que últimamente está realizando una extraordinaria campaña con la premiada ‘Ubush Emperador’.
En fin, la labor del Aula Municipal de Teatre está teniendo una gran influencia en las jóvenes generaciones de Lleida que encuentran en este centro un espacio cultural idóneo para desarrollar la personalidad, adquirir una mayor cultura y aprender a convivir con sus semejantes. La matriculación se abre cada año para un máximo que ronda los 400 alumnos.
Directores de teatros y festivales del sur de Europa constituyen una asociación para apoyar la creación escénica MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El pasado fin de semana tuvo lugar en el Cloitre de St. Louis, sede central del festival de Avignon, la reunión fundacional de una plataforma sudeuropea para la creación escénica contemporánea en la que participan más de sesenta teatros y festivales de España, Francia, Italia y Portugal. La constitución de la asociación es el resultado de una serie de reuniones que comenzaron en Toulouse, durante la celebración del "Festival Mira!: la otra España" en febrero de este mismo año y que ha tenido continuidad en una serie de encuentros de ámbito nacional e internacional en Oporto, Madrid, Sevilla y Nápoles.En fuentes de los promotores se indicó que la nueva asociación se plantea como objetivo principal ofrecer una base de creación a los artistas escénicos del sur de Europa, favoreciendo la colaboración y los intercambios entre los proyectos artísticos de los diferentes socios y generando nuevas dinámicas y nuevos proyectos de acompañamiento a la producción de los creadores independientes.
MEJORAR LAS CONDICIONES
Se trata de mejorar las condiciones de producción y distribución de las artes escénicas contemporáneas en el circuito sudeuropeo y, al mismo tiempo, reivindicar la necesidad de una atención específica por parte de las instituciones europeas, pero también de las nacionales y locales, a las mismas.La Asociación está compuesta por estructuras de características y formatos muy diferentes, desde teatros nacionales y festivales con una larga trayectoria a salas alternativas y ciclos de programación muy recientes. Lo que tienen en común es la voluntad de sus directores de hacer lo posible por garantizar la continuidad de la producción escénica de calidad y mejorar las condiciones de trabajo y producción de los profesionales implicados en la misma.
Entre los socios españoles que se han incorporado como miembros fundadores figuran directores o representantes de: La Fundición (Bilbao), Teatro Central (Sevilla), Valencia Escena Oberta, Teatro Municipal de l'Escorxador de Lleida, Teatro Principal (Olot), Mercat de les Flors (Barcelona), Teatre Lliure (Barcelona), La Porta (Barcelona), Festival In-Motion (Barcelona), Teatro Pradillo (Madrid), Festival Escena Contemporánea (Madrid).La asociación eligió ayer mismo a un Consejo de Administración, integrado por tres representantes de cada país y un presidente, Pietro Valenti (ERT, Modena), que desempeñarán sus funciones durante los dos próximos años. Las actividades de la asociación comenzarán a la vuelta del verano con una reunión en París y está prevista la celebración de una primera asamblea general en Madrid durante el mes de noviembre.

Un marionetista juguetón

Hoy he descubierto, gracias a Codro, un amigo cedeirés, a un estupendo marionetista holandés, LEJO, sus manos, como mariposas, están llenas de gracia y color. Visitar su página www.lejo.nu/, allí podréis ver algunos vídeos de sus estupendas creaciones...¡Que lo disfrutéis!

14 sept 2007

Cuento de la semana: "El árbol generoso", de Shel Silverstein

"HABÍA una vez un árbol...Y él amaba a un niño pequeño. Y todos los días el chico venía

y

recogía

sus

hojas

y las convertía en coronas y jugaba a ser el rey del bosque.

Trepaba por su tronco y se columpiaba entre sus ramas y comía manzanas. Y jugaban al escondite. Y cuando se cansaba, dormía a la sombra del árbol. El pequeño amaba al árbol...muchíiisimo. Y el árbol era feliz.

Pero el tiempo pasó. Y el pequeño creció. Y el árbol se sentía a menudo muy solo. Un día el chico regresó y el árbol le dijo:

-Ven, chico, ven y trepa por mi tronco, mécete entre mis ramas, come manzanas, juega a mi sombra y sé feliz.

-Soy demasiado grande para escalar y jugar -dijo el chico-. Quiero comprar cosas y divertirme. Quiero algo de dinero. ¿Tú puedes darme algo de dinero?...

-Lo siento, -dijo el árbol-, pero no tengo dinero. Sólo tengo hojas y manzanas. Coge mis manzanas, chico, y véndelas en la ciudad. Así tendrás dinero y serás feliz.

Así que el chico trepó por el árbol, recogió sus manzanas y se las llevó. Y el árbol se sintió feliz.

Pero el chico estuvo fuera durante mucho tiempo...y el árbol se puso triste. Tiempo después el chico regresó y el árbol se sacudió con alegría y le dijo:

-Ven, chico, trepa por mi tronco, mécete entre mis ramas y sé feliz.

-Estoy demasiado ocupado para trepar por los árboles. Quiero una casa que me abrigue del frío. Quiero una esposa y también niños. ¿Tú puedes darme una casa?

-No tengo casa-, dijo el árbol. El bosque es mi casa, pero puedes cortar mis ramas y construir una casa. De ese modo serás feliz.

Así que el chico cortó sus ramas y se las llevó para construir una casa. Y el árbol fue feliz.

Pero el chico permaneció lejos durante mucho, mucho tiempo. Y cuando regresó, el árbol se sintió tan feliz que casi no podía hablar.

-Ven, chico- le susurró, -ven y juega conmigo.

-Estoy demasiado viejo y cansado para jugar-, dijo el chico.Quiero una barca que me lleve lejos de aquí. ¿Tú puedes darme una barca?

-Corta mi tronco y haz una barca-, dijo el árbol. Así podrás navegar lejos...y serás feliz.

Así que el chico cortó su tronco, hizo una barca y navegó lejos. Y el árbol se sintió feliz...pero no del todo.

Después de un largo tiempo el chico volvió de nuevo.

-Lo siento, chico-, dijo el árbol, -pero no tengo nada que darte. Ya no tengo manzanas.

- Mis dientes están demasiado débiles para las manzanas-, dijo el chico.

-Ya no tengo ramas-, dijo el árbol. Ya no puedes mecerte en ellas.

-Soy demasiado viejo para mecerme entre las ramas-, dijo el chico.

-No tengo tronco-, dijo el árbol, -ya no puedes trepar por él.

-Estoy demasiado cansado para trepar-, dijo el chico.

-Lo siento-, suspiró el árbol. Desearía poder darte algo...pero no me queda nada. Sólo soy un viejo tocón de árbol. Lo siento...

-Ahora necesito muy poco-, dijo el chico, -solamente un lugar tranquilo para sentarme y descansar. Estoy muy cansado.

-Bueno- dijo el árbol enderezándose todo lo que pudo, -bueno, un viejo tocón es bueno para sentarse y descansar. Ven, chico, siéntate. Siéntate y descansa.

Y el chico así lo hizo. Y el árbol se sintió feliz. "

13 sept 2007

Teatro vivo

"En un teatro vivo nos acercaríamos diariamente al ensayo poniendo a prueba los hallazgos del día anterior, dispuestos a creer que la verdadera obra se nos ha escapado una vez más. Por el contrario, el teatro mortal se acerca a los clásicos con el criterio de que alguien, en algún sitio, ha averiguado y definido cómo debe hacerse la obra" (Peter Brook, "El espacio vacío")

12 sept 2007

Los caminos del actor

"Dos ejemplos del sector serían, más o menos, los siguientes: 1- Cuando sube: el esfuerzo invertido, la búsqueda y la creatividad=baja: el prestigio social, la percepción de dinero y los amigos 2- Cuando baja: la dedicación y concentración en el trabajo creativo, el deseo de abrir nuevos caminos y, en varios casos, la dignidad personal=sube: la cuenta corriente, la solicitud de autógrafos y -¡fíjense!-las posibilidades de trabajo. ¡Esssstupendo!" (Fernando Grifell, actor y director teatral, Barcelona, 2006)

Teatro para jugar al teatro:declaración de principios

"Cuanto más se crea, menos se destruye. Por eso la cantidad del trabajo creador disminuye la cantidad de la destrucción. Si tú con tu arte, que es creación, has cautivado a unas cuantas personas, éstas empezarán a levantar el mundo en vez de hundirlo. La cantidad de gente cautivada es la fuerza positiva que aporta la creación." (Slava Polunin, payaso)